Los días posteriores al asesinato de Paco Stanley, el país fue bombardeado con una intensa cobertura mediática y críticas al gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas.
Al poco tiempo, se acusó a Mario Bezares, Paola Durante, Erasmo Pérez Garnica y los hermanos Jesús y Luis Amezcua, conocidos como “los reyes de las metanfetaminas”, de planear y ejecutar el atentado en contra del conductor.
Pese a esta información, la gran interrogante continuaba sin respuesta: ¿por qué?